Postre de notas: ¡Colombianadas navideñas!

Nosotros festejamos todo. Parece que vamos al revés que el resto del planeta. Las celebraciones comunes en el mundo se hacen por un evento digno, mientras que aquí, una celebración digna se hace por un evento común. La única condición es que debe ser evento, así de sencillo. Entonces, toda acción que conlleve un verbo y predicado (ni siquiera un sujeto) es merecedor de celebración. Es por eso que somos tan románticos y alegres. ¿Por qué esperar a uno o dos momentos en la vida, cuando la misma vida se puede celebrar? Por lo tanto, para que no se pierdan entre tantas las festividades, éstas tienden a ser extremadamente peculiares. Señoras y señores, aquí celebramos desde el día del arroz hasta el día del amor y la amistad (que es el mismo día que San Valentín pero Colombia se niega a aceptarlo). Orgullosos de ser colombianos entre el mundo: el uno de nosotros no es como los otros.

Si vamos a hablar de festividades, es necesario nombrar a una de las más importantes: la navidad. Se celebra en Colombia el último día de la novena, el 24 de diciembre. Al siguiente día, el 25, los niños deberían recibir sus regalos y por eso es festivo, pero nosotros desafiamos cualquier lógica y lo celebramos el 24, un día de trabajo. Muy bien, amigos, así completamos la diferencia número uno entre el resto del mundo y nosotros. En cuanto a la segunda diferencia, el 24 es un día protagonizado, para Estados Unidos, por la figura de Papá Noel; mientras que para nosotros es monitoreado y realizado por niño Dios, quien recibe sus regalos de parte de los reyes magos el 6 de enero. Desafiamos la lógica una vez más. En su condición de bebé no creo que el niño Dios tenga ni un trineo, ni la fuerza, ni la velocidad que tiene el señor Claus. ¿Se imaginan a un bebé cargando los regalos de todo el mundo, saltando de casa en casa, edificio en edificio? Bueno, yo tampoco quiero pensar en un bebé lanzándose al otro lado de una calle mientras apunta a una chimenea. Son los reyes magos quienes traen cada uno los regalos para Jesús, que es símbolo de humanidad, “ellos nos traen los regalos”. Pero bueno, es nuestra lógica. Por lo menos yo amaba pensar que un bebé superaba al viejo, que ese niño prodigio al crecer seguro sería el jefe del gordito de vestido rojo.